La justicia social, el racismo y los crímenes de odio se han convertido en temas candentes en la campaña presidencial y en escenario del debate. Los votantes de El Paso, predominantemente latinos, están prestando atención. Conocen el horror y la angustia que causa un crimen de odio. En agosto, se cumplió un año desde que un tirador del norte de Texas viajó a la ciudad fronteriza y se puso a disparar dentro de un Walmart.
El padre de Marta Santiesteban, de 90 años, estuvo entre las 23 víctimas. Luis Alfonso Juárez murió mientras protegía a su esposa de las balas y le salvó la vida.
“Ella decía que los disparos eran muy fuertes. Tenía tanto miedo y él la agarró de la mano y le dijo: ‘No tengas miedo’. Esas fueron sus últimas palabras para ella”, dijo Santiesteban después de un memorial este verano para conmemorar el aniversario.
Ella no tenía dudas de que la retórica del Presidente Trump inspiró al entonces joven de 21 años acusado del crimen de odio.
“Porque si no fuera por el odio y la división sembrada durante los últimos años, muy abiertamente, esto no habría sucedido. Este joven, ¿cuántos años tenía cuando Trump fue electo?” preguntó. “El tirador le dijo a la policía cuando fue detenido que vino a “matar mexicanos”.
El racismo y el surgimiento de grupos de odio pesa en la mente de muchos votantes en El Paso. En un centro comercial muy concurrido, la gente que planeaba votar anticipadamente dijo que estaba entre los temas que les preocupan junto con la atención médica, la economía -y por supuesto- el COVID-19. Todos expresaron su preocupación por la respuesta del Presidente Trump a los grupos de odio racista.
“Creo que la gente realmente lo admira. Creo que es un tema delicado y que tal vez debería abordarlo de otra manera o usar otras palabras”, dijo Carlos Caraveo al salir de una tienda de batidos. Es analista de riesgo de un banco.
La decisión del presidente de no denunciar a un grupo de supremacía blanca, y en su lugar decirles que “se apartaran y se mantuvieran al margen” durante su primer debate con Joe Biden, perturbó profundamente a Andrea Saenz, una estudiante universitaria de 20 años.
“Eso no es lo que necesitamos de un líder. Necesitamos a alguien que no tema decir ‘Condeno este tipo de comportamiento’, en lugar de dejarlo pasar. Eso es algo que personalmente no me gusta de un presidente”, dijo.
Su madre, Marta Sáenz, una trabajadora de salud, se sorprendió por la respuesta del presidente.
“No lo podía creer. No puedo entender cómo el líder de nuestra nación puede comportarse así”, dijo.
Madre e hija salían de una tienda con bolsas de adornos para Halloween.
Cerca de allí, Verónica Aguilera estaba parada afuera de una barbería familiar con su nieto de 4 años esperando por su corte de pelo. Ella cree que el presidente está alentando a los racistas.
“Lo que sea que diga y cómo actúe, creo que ese es el gran problema”, dijo Aguilera.
Pero algunos de los partidarios del Presidente Trump no lo ven así.
“Creo que eso es incorrecto; creo que la retórica siempre ha estado ahí”, dijo Tito Anchondo.
El joven de 29 años culpa a las redes sociales por difundir mensajes racistas violentos, no al presidente. El hermano y la cuñada de Anchondo murieron en el ataque a Walmart. El hijo pequeño de la pareja, Paul, sobrevivió. La familia Anchondo lo está criando ahora.
“Estamos aguantando y tratando de ser optimistas con los niños. Yo mismo tengo una hija pequeña que es un mes más joven que el bebé Paul”, dijo.
Anchondo dice que sus parientes son republicanos conservadores y partidarios de Trump. Atribuyen a las políticas económicas de su administración el haber ayudado a que su negocio de carrocerías para autos prosperara.
“Le ha ido muy bien con la economía. Los negocios antes del COVID iban muy bien”, dijo Anchondo.
Tito Anchondo se reunió con el presidente Donald Trump en los días posteriores a la muerte de su hermano y su cuñada en el tiroteo masivo del 3 de agosto de 2019 en un Walmart de El Paso. El presidente y la primera dama, Melania Trump, posaron para lo que se convirtió en una foto viral con Tito, su hermana y Paul, el hijo pequeño de los asesinados Andre y Jordan Anchondo.
“Conocí al presidente pero eso no significa que lo conozca personalmente. ¿Entonces el presidente es un racista? Eso es algo de lo que no sé la respuesta. Lo que dijo en el debate fue muy sospechoso también, al no responder correctamente a esa pregunta. Y creo que fue muy importante para él conseguir los votos de los hispanos y los latinos”, dijo.
Anchondo se ha preocupado por la reciente respuesta del Presidente Trump al aumento de grupos racistas que promueven el odio. No está seguro de si volverá a apoyar al Presidente Trump, pero está decidido a votar.
“Estoy realmente indeciso en este momento. Estoy registrado para votar y todo, pero no lo sé”, dijo.
Anchondo pertenece a la organización no partidista Crime Survivors for Safety and Justice, que, a través de su campaña “Heal the Vote“, está animando a la gente a participar en la campaña.
“Todos los que están sacando a relucir cualquier tipo de tema racista están equivocados y todo lo que se necesita es parar y volverse hacia el amor y empezar a trabajar juntos y curar a este país. Obviamente está llegando al nivel más alto del gobierno, nuestra presidencia. Y muestra dónde está nuestro país en este momento”, dijo Anchondo.
Anchondo planea observar de cerca el último debate presidencial del jueves mientras sopesa sus opciones.
“Tengo que ver lo que van a decir”, dijo Anchondo.
Hasta ahora, no está contento con Trump ni con el candidato demócrata Joe Biden, y ha comenzado a investigar al candidato del tercer partido, el libertario Jo Jorgensen.
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